Tal vez sea agotamiento. Los días pasan, el descanso termina y no saco provecho de él, no lo vivo. Tal vez sea porque no tengo con quien. Tal vez ansíe demasiado, o tal vez lo ansiado es imposible de obtener.
Tal vez te necesito. Necesito una mirada, zambullirme en tus ojos y nadar en ellos sin dar importancia al tiempo transcurrido. Necesito que des una respuesta a mis gritos deseperados. Te ansío totalmente. Sólo quiero tener alguien en quien apoyarme. Ese alguien sos vos. Te lo dije y tu respuesta silcenciosa me quebró aún más.
Quiero mi casa, mi plata, mi gato, mis cigarrillos, mi dieta, mi cuidad, mi cámara, mi ropa y mis pequeñas pertenencias, mi libertad y a vos. Con eso bastaría para que la felicidad sea completa.
En fin. No tengo mi casa, ni mis cigarrillos, tengo mi dieta a medias y mi libertad es sólo imaginaria. Estaría totalmente de más decir que tampoco te tengo a vos.
Que asco de vida, me fui a dormir.